jueves, 25 de junio de 2009

Fallo Histórico de la Corte Suprema


Corte Suprema acoge recurso de protección por autorización ambiental de central termoeléctrica en Puchuncaví

La Corte Suprema acogió el recurso de protección presentado en contra de la decisión de la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) de Valparaíso que autorizó el funcionamiento de la Central Termoeléctrica de Campiche, ubicada en las cercanías de la comuna de Puchuncaví.

En fallo unánime (causa rol 1219-2009), los ministros de la Tercera Sala del máximo tribunal Adalis Oyarzún, Héctor Carreño, Pedro Pierry, Sonia Araneda y el abogado integrante Benito Mauriz confirmaron la sentencia de la Corte de Apelaciones de Valparaíso (rol 317-2008) que, en primera instancia, había declarado ilegal la autorización otorgada por el organismo ambiental.

El fallo sostiene que la Corema incurrió en un acto ilegal al autorizar la Central a carbón Campiche, ya que concedió el permiso sin que el organismo respectivo realizara el cambio de uso de suelo.

“La Constitución Política de la República asegura a todas las personas el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación. La obligación constitucional que se le impone al Estado de proteger el medio ambiente sólo puede entenderse bajo la premisa que a partir de él se desarrolla toda forma de vida. Esto es, cumple una función claramente preventiva. En este caso particular, conforme al Plan Regulador Intercomunal de Valparaíso, que como instrumento de regulación urbana promueve el desarrollo armónico del territorio de que se ocupa, se destinó la zona donde se pretende instalar una planta termoeléctrica únicamente al desarrollo de áreas verdes y de áreas recreacionales. A tal uso del suelo en esa zona de riesgo, así determinado por un instrumento de planificación territorial, debe atribuírsele actualmente un carácter relevante.

En efecto, el sector de emplazamiento del proyecto corresponde a una zona declarada saturada para PM10 -material particulado- y SO2 –dióxido de azufre- desde el año 1993 y se encuentra sujeta a un Plan de Descontaminación. Así las cosas, es posible estimar que esa zona que ha sido destinada a áreas verdes cumple el cometido de mitigar los efectos de los contaminantes presentes en el lugar (…) Que, en consecuencia, la eliminación ilegal de un uso de suelo para áreas verdes en una localidad afectada por la alta emisión de contaminantes provoca un menoscabo evidente al entorno en que viven los recurrentes, vulnerando su derecho constitucional a vivir en un medio ambiente libre de contaminación”, sostiene la sentencia de la Corte Suprema.

lunes, 8 de junio de 2009

Doble Estandar del gobierno, en cuanto a la política energética

Larraín, Sara Directora del Programa Chile Sustentable
Miércoles 03 de Junio de 2009

Marcelo Tokma (Ministro de Energía) y el carbón

La política energética está contaminada de contradicciones. En enero, el ministro de Energía, Marcelo Tokman, entregó a la Presidenta un documento que advierte sobre el incremento de emisión de dióxido de carbono (CO2) debido al auge de termoeléctricas a carbón. Según cifras oficiales, desde 1984 a la fecha Chile pasó de 1,8 tonelada de CO2 per cápita a más de 4 toneladas anuales. Tokman dijo que “eso nos preocupa”.

Sin embargo, el 6 de abril el ministro viajó a Punta Arenas a la presentación del proyecto de los grupos Angelini y Von Appen, destinado a explotar enormes reservas de carbón en el noreste de la isla Riesco. Ahí, Tokman catalogó la iniciativa como “una excelente noticia en términos de política energética”. O sea, por un lado el ministro se “preocupa” de las emisiones y por otro se ocupa de asegurar la oferta de carbón para la futura demanda de las termoeléctricas (la CNE pagó estudios ambientales al proyecto Farellones, que Codelco descartó en días recientes).

La mina abastecería el 25% de los 10 millones de toneladas de carbón que necesitará el mercado hacia 2014, con lo cual los 15 proyectos termoeléctricos en evaluación ambiental cuentan con un excelente aliado. Tras el anuncio, AES Gener, Eléctrica Guacolda y la brasileña MPX (para su proyecto termoeléctrico de 2100 MW en Copiapó) manifestaron interés en el carbón magallánico.

Aparte de las extrañas gestiones de Tokman, el proyecto tiene delicadas implicancias ambientales, pues abarca casi 7 mil hectáreas de bosque de lenga y coigüe (protegidos por la Ley de Bosque Nativo). Por tratarse de explotación a tajo abierto, tanto los bosques como el suelo que los sustenta serán removidos, por lo cual contaminará superficies adicionales.

Para explotar los yacimientos Río Eduardo y Mina Elena (2.900 ha), Angelini y Von Appen demandaron al dueño de los predios para constituir una servidumbre sobre más de 4.600 ha, de las cuales 600 son praderas ganaderas y el resto, bosque nativo. Tokman “coincide” con el empresariado en que el proyecto generaría muchos empleos, pero ignora el subsidio de facto que pagan los vecinos de termoeléctricas, a través de enfermedades cardiorrespiratorias o la destrucción de economías locales.